Primero, es importante considerar que su deporte favorito le obliga a sufrir constantemente los embates del agua clorada, la radiación ultravioleta, la transpiración excesiva, el frío extremo, el viento o la deshidratación. Si es así, tome en cuenta los siguientes consejos:
- Actividades como la bicicleta, spinning, aerobics o trote involucran una gran pérdida de agua. Por eso es importante hidratarse bien antes, durante y después de su rutina habitual, ya que de ese modo la piel compensará la humedad perdida. En el caso específico de la cara, debido a la alta cantidad de toxinas que se liberan con la actividad física intensa, es recomendable limpiarla bien una vez que haya finalizado la práctica.
- Si usted realiza las actividades anteriores al aire libre, nunca olvide utilizar un protector solar con filtro UVA y UVB. De este modo evitará los daños de la radiación ultravioleta, lo que se traducirá en una piel más sana, que no envejecerá en forma prematura.
- Si su deporte es la natación, es importante que después del baño se aplique una buena crema hidratante, tanto para la cara como para el cuerpo. El pelo resulta especialmente dañado con el cloro, por lo que es necesario lavarlo con productos ricos en proteínas y vitaminas. También es aconsejable aplicarse una mascarilla nutritiva a la semana y usar gorro de baño.
- Si su actividad física preferida tiene lugar en la montaña (como el esquí, alpinismo o las excursiones), no se olvide de que el sol, el viento y el frío serán implacables con su piel. En estos casos es recomendable utilizar pantallas solares gruesas, ya que cada 1000 metros de altura aumenta un 10% la radiación solar.
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